El gobierno de Biden ha dado otro paso importante en la lucha contra el cambio climático al publicar una norma definitiva destinada a reducir el uso de hidrofluorocarburos (HFC), según informó Reuters el 11 de julio. Los HFC son gases que se encuentran habitualmente en frigoríficos, aparatos de aire acondicionado, aerosoles y productos de espuma, y su impacto en el clima puede ser cientos o miles de veces mayor que el del dióxido de carbono. La Agencia de Protección del Medio Ambiente (EPA) anunció que la norma final aplicará una reducción de 40% en el uso de HFC por debajo de los niveles históricos de 2024 a 2028, basándose en una reducción progresiva de 10% ya en vigor para 2022 y 2023.
Los esfuerzos de la administración Biden para combatir el cambio climático van más allá de la reducción de los HFC. La administración ha puesto en marcha una serie de normas dirigidas a las emisiones de energía y vehículos, así como al gas metano de efecto invernadero. Según el administrador de la EPA, Michael Regan, se prevé que estas medidas colectivas se traduzcan en una disminución significativa de las emisiones de gases de efecto invernadero, equivalente a unos 15.000 millones de toneladas métricas, entre 2022 y 2055. Para regular el uso de los HFC, la EPA emplea un programa de asignación de derechos y mecanismos de aplicación. A las industrias se les asigna un número concreto de derechos, que disminuye gradualmente con el tiempo, para importar y producir HFC. Además de la norma definitiva, la EPA ha previsto otras dos medidas reglamentarias para este año. La primera restringirá el uso de HFC para facilitar la transición a sustancias químicas alternativas, mientras que la segunda propondrá requisitos para la gestión de los HFC y sus sustitutos en los aparatos de aire acondicionado y otros equipos.
Fuentes: